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Hay muchos niños que tuvieron familias muy disfuncionales o con pocos recursos. Viven en la pobreza y la miseria y por hambre entran al mundo de las drogas para recaudar fondos, o son violadas o sufren agresiones físicas. El proyecto Familia Feliz asiste y ayuda a que estos niños tengan lo que nunca tuvieron en sus vidas: ¡Amor y un futuro!

¡Es hora de dejar las grandes ciudades y vivir en el campo. Y es por eso que queremos trasladar nuestra sede a Samaipata!

Es muy triste saber que incluso en el siglo XXI, todavía hay personas que no tienen servicios básicos de saneamiento, alimentación, ropa o acceso a la atención médica. Esta es la realidad de las comunidades indígenas en Bolivia.

¡Hay muchas personas que viven en lugares remotos que necesitan acceso a la civilización para ser atendidas!